Me asaltan escarpelos en los poros
siento el trashojar de mis pétalos
expeliendo aromas, urdiendo sabores
y rumiando la efervescencia de tu tacto
He lamido en la niebla el goteo de mis lagrimas
Esparcidas en la pagina de los suspiros
me tumbo a la indecencia en esta Homilía
en veneración a las espumas de mi piel
Relamo la desnudez, tanteando la quietud
La inanición de ser la noble ceniza
que extiende sus brazos y empuña la daga
de este amor que hoy se regocija en ti.
Garabateo en la espesura de la vida
la invasion de caricias que se desbordan
en sensualidad honrando el juramento
placentero que encierra este misterio.
Leyla Torres ©
20 de junio del 2011
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