Confieso que te sueño y te vivo
veo tu cuerpo tendido a mi lado
Y es entonces que mi tacto te camina
Y se adentra en la nebulosa
en el caos de belleza que te inunda
infinita en materia de estrellas
Que surcan mis fantasías
El delirio indócil se desboca
en el envés de tu cuerpo
en tu alma y en tu boca
Me trastorno, pierdo el juicio
Murmuro voces y sollozos contenidos
Siento frío por la pena, por el vicio
Que flagela la herida en mis sentidos
zurcidos por el tiempo y el olvido.
Leyla Torres ©
22 de junio del 2011
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